domingo, 20 de agosto de 2023

Txindoki


El monte Txindoki, situado en la sierra de Aralar, tiene unas de las mejores vistas privilegiadas del Goiherri guipuzcoano. 

La aproximación a Larraitz se hace a través del valle del Oria, accediendo desde Ordizia o Alegia. Desde Ordizia llegaremos por Gaintza y desde Alegia por Albazisketa.

Visible desde muchos puntos del País Vasco, es el referente de la sierra de Aralar. Marca uno de sus límites, y bajo su cumbre se extienden las campas donde pastan multitud de rebaños de ovejas.

Su afilado pico de caliza y su arista, emblemática para los alpinistas y amantes de la escalada, se alzan sobre el entorno verde de los extensos pastizales y bosques de hoja caduca.

Su nombre es Larrunarri o Larrunari, y su contracción Ñañarri, pero es mucho más conocido como Txindoki, nombre de una borda de pastores que se sitúa a los pies de la cumbre, al este, en terrenos de Amézqueta.

La mole caliza se alza a 1000 m sobre el santuario de Larraitz, que está a 401 m de altitud. Quedan visibles la arista y el barranco, poblado de bosque autóctono, que caen desde la cumbre.

La vegetación está formada por robles, hayas, espinos albares y un sinfín de árboles de las latitudes cantábricas, sin que falte alguna especie foránea como el pino de Monterey, que van dejando paso a los pastos según se gana altura.

El terreno calizo hace su aparición con multitud de acumulaciones de rocas. El paisaje toma el aspecto típico de las zonas kársticas y se llena de pequeñas construcciones, escondidas en las depresiones del terreno y entre los escasos árboles, que suelen habitar los pastores de ovejas en las temporadas que mantienen sus rebaños en las campas de Aralar.

Abundan el jabalí y el venado, aunque son difíciles de ver, y se ha llegado a ver incluso algún lobo. Los buitres y los cuervos son las aves más abundantes, además de otras rapaces.

Los alrededores del Larrunarri están llenos de monumentos megalíticos que son testimonio de la ocupación de estas tierras desde la prehistoria. Los dólmenes, menhires y túmulos jalonan las campas de Aralar recordando que, en el pasado, había habitantes que se mantenían de la caza y el pastoreo por estas mismas campas donde hoy siguen pastando las ovejas.

Tiempo: 02:10 h.
Distancia: 6.5 km.
Dificultad: Media
Punto de Partida: Larraitz



























 

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