miércoles, 4 de julio de 2012

La ruta de los Hospitalarios

Esta excursión, que va desde San Nicolás de Bujaruelo hasta Oto, está señalizada como una ruta diferente con connotaciones religiosas, dado el origen de este trayecto.

Los miembros de la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, que se encontraban asentados en el alto Pirineo aragonés (en el Valle de Broto, desde el siglo XII, hasta principios del siglo XV) eran los que cuidaban y procuraban auxiliar a los peregrinos, protegiendo la ruta que entraba desde Gavarnie, en Francia, por el Puerto de Bujaruelo.



Este bonito recorrido empieza en el pueblo de Oto, lugar exacto del asentamiento debido a su enclave perfecto para funciones defensivas. La iglesia de este pueblo es otra marca del paso de los peregrinos.

Se sigue el camino hasta encontrarnos con la espectacular Cascada de Sorrosal, y su vía ferrata, que anuncia que estamos en Broto, y donde el río Ara comienza a coger mayor protagonismo. Es por las orillas y cercanías de este río por donde discurre la mayoría del trayecto. Así, entre abundante vegetación de hayas, abetos, quejigos y abedules, se llega a Torla; desde allí, tomando parte del camino de Turieto Bajo y de forma encadenada, llegamos al Puente de los Navarros.

En pleno auge de belleza natural, con las correspondientes aves, formas paisajísticas entramadas que han formado el agua, pasamos por el puente de Santa Elena y más tarde por el Puente de los Abetos, alcanzando por último el Puente de Bujaruelo, de origen románico.

Se trata de un paseo largo, rodeado de plenos toques naturales pirenaicos y, principalmente, cargado de historia profunda y arraigada.



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