sábado, 3 de agosto de 2013

Ardilla roja

La ardilla roja tiene un aspecto inconfundible, su pelaje puede ser rojo pero en el Pirineo suele ser una mezcla de pardo rojizo con tonos oscuros. Destaca su cola de pelos largos, sus grandes patas traseras y sus ojos grandes y vivos. Trepa con una gran facilidad por los árboles y puede dar saltos de rama en rama. Su longitud es de unos 20-25 centímetros y la cola mide entre 15 y 21 centímetros.



Su hábitat está en zonas forestales, entre bosques de coníferas y en menos medida en bosques de caducifolios como hayedos y quejigales. Alcanza el límite forestal en bosques de pino negro de más de 2000 metros de altitud.

La ardilla es diurna, centrando su actividad por la mañana y por la tarde, descansando al mediodía. Durante los meses de pleno invierno desarrollan menos actividad y cuando hace mucho frio se quedan varios días en el nido. Vive casi siempre en solitario. A finales del invierno y en la primavera, los machos pelean por las hembras. Ellas suelen parir tres o cuatro crias, que nacen desnudas y ciegas y abandonan el nido después de unos 40 días. Durante varios meses se quedan cerca de la madre y alcanzan la madurez sexual en algo menos de una año. Los jóvenes van en busca de un lugar propio para vivir en otoño e invierno. Entonces se produce una importante mortandad entre los jóvenes. Una ardilla puede llegar a vivir tres años. Su alimento será casi exclusivamente, a base de frutos, semillas y piñones. También consume avellanas, hayas, zarzamoras, bayas y hongos: En alguna ocasión consume larvas, caracoles o huevos de pájaro. Almacenan comida para el invierno.

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