El paisaje actual del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es el resultado de factores geológicos, pero también de la intervención humana como, por ejemplo, el transito animal en las zonas de pastos.
Las ovejas y las cabras han segado, pateado y abonado los pastos desde hace años, así que la desaparición de los rebaños traerá consigo cambios en el ecosistema, como el aumento de las gramíneas o las especies leñosas, incluso la extinción de algunas plantas.
El pastoreo era un oficio que pasaba de padres a hijos, un oficio noble y bien considerado. Aprendían desde niños a cuidar el rebaño, a conducirlo y a dirigir el perro. Era duro y sacrificado, siempre pendientes del tiempo, ya que tan importante como conocer al rebaño era saber "leer el tiempo". Y ellos lo sabían...
lunes, 4 de junio de 2012
El pastoreo en Ordesa
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Los perros, pastores silenciosos y leales. En la vastedad de la llanura, su instinto guía y protege. La importancia de estos fieles compañeros resuena en cada rebaño, tejendo una relación inseparable.
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